De Sara Carbonero a la autenticidad pasando por la precariedad laboral

La vida está llena de sueños y, en cierto modo, son el motor de todos los días, las ganas y la motivación. Uno de los primeros síntomas de depresión es la falta de ilusión y de esperanza. Yo soy de esas con exceso de ilusiones. Con tantos fuegos artificiales acabo quemándome pero con el tiempo una aprende a ser más moderada y prudente aunque, irremediablemente, la cabeza vuela y no hay quién la pare. A veces de tanto soñar, las cosas se desenfocan, y piensas que tu vida es una mierda en comparación con el resto de la humanidad. Ocurre especialmente cuando estableces paralelismo con la vida que proyecta no sé qué celebrity, la it girl de turno o incluso personas que frecuentamos en nuestra vida cotidiana como puede ser una compañera, una amiga o una jefa a las que admiras por su forma de ser, de trabajar o por su suerte…

OliviaPalermoItGirl_IsaPiBlog

La realidad siempre quiere hacerse notar. Ella reivindica su espacio porque, no nos engañemos, ella es la protagonista de verdad, así lo han dicho muchos filósofos y lo verificamos día a día. Es muy caprichosa y, con ella, enseguida los castillos de arena se desvanecen. Pero no nos equivoquemos, ella no es la mala de la película sino aquella imaginación que nos da alas pero que, en ausencia de la realidad, también nos traiciona presentándonos situaciones llenas de photoshop o vislumbradas sólo desde el ángulo bueno.

CharlizeBlancanieves_IsaPiBlog

Si hablo del binomio realidad y sueños es porque el otro día leí una entrevista en una revista femenina que me hizo pensar en él. El artículo era sobre Sara Carbonero, esa chica de mi misma quinta y carrera pero con una vida muy distinta a la mía y de la mayoría de nuestra generación. Según la periodista que firmaba la pieza, había vivido “el sueño que todas las estudiantes de comunicación hemos tenido cuando comenzamos la carrera y nos adentramos en este mundo de flashes”.

U235936

Al principio ve reboté. Pensé que las mujeres y estudiantes de una carrera de comunicación no éramos tan tontas de querer ejercer una profesión para vivir como Sara Carbonero. Sin embargo, después me serené, pensé para mis adentros e intenté ser más sincera conmigo misma. En el fondo, muchas hemos soñado con una vida similar. Una vida en la que con 30 años presentas las noticias gracias a la guapura (nada de pasar nervios por pruebas y exámenes) y por ser fotogénica ante la cámara (aunque yo creo que le falta empatía y más dulzura a su rostro). Una vida en la que ganas un sueldazo por poner tu cara bonita en un anuncio o escribir un blog (cuando la realidad de las de su generación es que te pasas el día trabajando para recibir una paga mileurista a la baja y que se te queda en nada cuando has pagado alquiler, coche y algún capricho que te hace la vida más llevadera). Una vida en la que tu compañero vital es el hombre que muchos hombres aspiran ser y te planta ese beso en la Eurocopa en plan película de Hollywood (y no una vida en la que la soltería es una estado civil permanente y los tíos te quieren dar un correo para llevarte pronto a su cama). Una vida como madre en la que no tienes que estresarte con quién dejar el niño si se pone enfermo (¿cuántas madres están en el trabajo sufriendo por su niño?).

Sí, algunos de estos sueños suenan un tanto sexistas (triunfar por ser guapa, por casarte con un hombre admirado y anhelar todo ello). Esto es lo que da pena, que acabemos soñando con una vida hueca, machista, llena de postureo, sin esfuerzo y de puertas hacia fuera, con una vida interior muy pobre. Una vida en la que no se trabaja por conseguir un mundo mejor sino por alcanzar un determinado número de seguidores a Twitter y millones de Me gustas y halagos con una foto en Instagram.

ItGirlParisATodaCosta_IsaPiBlog

Serán los 30 que la realidad se acaba convirtiendo en esa amiga que te dice las verdades, a veces, sin piedad. Pero espero que cada vez haya menos gente que haga un paso hacia adelante o que sueñe para alimentar tanto postureo vacuo, a veces con frases con contenido pero que se las lleva el viento. Y ahora me he acordado de esa película de Noah Baumbach, Mientras seamos jóvenes, en la que el director y guionista busca esta autenticidad que parece haber desaparecido en tiempos de photoshop, selfies y conversaciones de WhatsApp.

10 Comments

  1. 1 diciembre, 2015  10:08 by Sara

    El problema no es la autenticidad, el problema son las dudas cuando el resto de los auténticos encuentran su sitio y tú no. ¡Genial, post! Beso!

  2. 1 diciembre, 2015  12:42 by Jorge Vega

    Me gustaría pensar que no es cierto, pero siento que hay personas que vienen con una gran estrella, no conozco a la presentadora que decís, pero seguro tiene éxito por su cara bonita, pero por otros atributos que vos no ves, pero que otros si vieron en ella.
    En lo que refiere a la edad, en Nicaragua se suele decir que mientras hay vida, hay esperanza. Y hay un poema de un poeta nicaragüense que se llama Rubén Darío y en el comienzo de dicho poema dice: «Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer...»
    No sos la única que quizás añore el tiempo pasado, casi siempre decimos que todo tiempo pasado fue mejor que el presente. Pero los 30, 40, 50 llegan! Y nos toca adaptarnos. Yo también estoy en los 30 y me veía con un trabajo estable y con muchas cosas estables, creo que esa es la palabra de los que tenemos 30 años estabilidad. Ojalá llegue pronto!

    Saludos!

    Jorge

    http://espacioazul2050.blogspot.fr/

  3. 1 diciembre, 2015  14:41 by Isa Pi

    ¡Muchas gracias!Encontrar tu sitio en el mundo es otro tema (muy de este blog) pero puedes ser auténtica durante tu búsqueda, creo que no está reñido si eres sincera y fiel a ti misma. ¡En el fondo nos pasamos la vida buscando!Un beso

  4. 1 diciembre, 2015  14:46 by Isa Pi

    Muchas gracias por tu comentario. Aquí está el quid de la cuestión que hoy en día es muy difícil alcanzar la estabilidad, tanto en lo personal como en lo profesional. De allí que el post "¿Por qué los 30 son los nuevos 20? tuviera tanto éxito. http://www.mujersinblancasolterabusca.com/por-que-los-30-son-los-nuevos-20/ Creo que tenemos que reivindicar a las autoridades y políticos que luchen por erradiar la precariedad laboral, un sueldos bajos y conseguir una conciliación de la vida familiar y profesional posible. En definitiva, una vida justa y digna. Un abrazo

  5. 1 diciembre, 2015  16:22 by Nanny

    Genialísimo tu post, no le restaba ni una coma! Un Saludo.

  6. 1 diciembre, 2015  18:17 by Rocío

    Hola Isa, a mí me parece que todo el postureo siempre ha estado ahí. Desde el colegio, desde el instituto, lo que pasa que ahora todo toma más repercusión, se amplifica en segundos. Las redes sociales son un patio de vecinos a lo bestia. Pero si te digo la verdad, yo no sueño con ser como Sara. Puede que en el pasado la hubiera envidiado, como aquella vez que estado en un aeropuerto un ex me dijo una frase memorable cuando vimos a Martina Klein; me dijo así tan ancho ¿por qué yo nunca podré estar con una mujer como ella?

    En aquel momento me afectó y me lo tomé como que había muchas cosas que estaban mal en mí, pero ahora la pregunta que me hago es ¿por qué yo estaba con un "hombre" como él? Lo que quiero decir que muchas veces tenemos las cosas delante y no las vemos. Además de que no es oro todo lo que reluce.

  7. 1 diciembre, 2015  20:45 by Isa Pi

    ¡Muchísimas gracias!!!!

  8. 1 diciembre, 2015  20:49 by Isa Pi

    Estoy muy de acuerdo contigo. EL postureo siempre ha estado allí pero ahora su exposición y repercusión es mayor con las redes. Recuerdo la típica que en clase te contaba las mil maravillas y en realidad era más pringada que tu.Suerte que este "hombre" ya no está contigo porque no vale la pena... Y esos hombres que pretenden que seas un espejismo de perfección... Abstenerse todos ellos, por favor. Gracias por tu comentario. Un abrazo

  9. 2 diciembre, 2015  20:05 by MysteriousMan35

    Hola Isa,

    No entiendo bien lo que envidias de Sara. ¿Llevar una vida vacía? ¿Ser la novia de un futbolista? ¿En serio es eso lo que te gustaría hacer con tu vida? ¿En serio aspiras a ese tipo de hombres?
    Vale, ganar un salario bajo es una lacra que nos sucede a la mayoría de españoles (unos más bajos que otros pero pocos estamos contentos). No obstante, envidiar a otros por su dinero sin tener en cuenta otros factores bastante tristes no lo veo muy lógico. ¿En serio envidias a una chica que ni siquiera acabó la carrera de periodismo y que como muchos otros actores y presentadores ha llegado lejos en parte debido a su físico? ¿Yo tengo que envidiar a un tío que sólo sabe jugar al fútbol? ¿Cambiarías lo que eres por algo así?
    Yo personalmente me niego en rotundo, estoy muy orgulloso de todo lo que he conseguido con mi cabecita y me dolería mucho que me quisieran sólo por mi cuenta bancaria o mi popularidad en los medios.

    Una reflexión más: uno siempre sufre por lo que le falta y nunca se da cuenta de lo que tiene. Por ejemplo, yo hace años estaba como tú quejándome de salario y ahora que me llega para vivir más desahogado lo que me fallan son las amistades y el amor. Curiosamente, me he dado cuenta de que lo que me puedo comprar con dinero no suple de ninguna forma mis carencias afectivas (perdona que me ponga profundo, acaban de romper conmigo y estoy bastante tocado).

    Saludos.

  10. 3 diciembre, 2015  20:06 by Isa Pi

    Gracias por tu comentario. Ahora mismo no la envidio, sólo una vida más fácil porque el dinero no da la felicidad pero ayuda. Y a diferencia de los de nuestra generación no sufre porque no llega a fin de mes o no se valora lo que hace (incluso hay cosas que la caga y le siguen contratando). A lo que me refería sobre todo es que, desgraciadamente, como decía sin pudor la periodista que le hizo la entrevista: las niñas sueñan como ellas (mira que es triste pensar esto), pero es verdad sobre todo cuando te inicias en la carrera y tienes muchos pajaritos en la cabeza y los fuegos artificialesl te deslumbran. Creo que es una lacra que aspiramos a ser periodistas para parecernos a ella que no aporta casi nada para lograr un mundo mejor, más justo... Tienes razón que en la vida no se puede tener todo y el secreto de la felicidad está en saber disfrutar de lo que se tiene. Siento lo de tu novia, como a mí siempre me dicen: "No valía la pena". SUena muy manido y tópico pero no vamos a tirarnos más piedras no? Muchísimas gracia por tu comentario y disculpa la demora!

Leave a reply

Your email address will not be published.

Leave a reply

 
 

Paro, un virus contagioso

En Croma TV todos temen contagiarse de la enfermedad del despido, que purula en forma de rumor entre el equipo

 
 

Las WAGs o el modelo de mujer del que alejarse

Las mujeres reales sentimos la presión de los monstruos de la belleza – liposucciones, bótox e implantes de silicona – que parecen las únicas que consiguen un novio y un buen sueld[...]